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Siempre quieres lo mejor para tu hogar, de eso no cabe duda. Sin embargo, siempre hay cosas que podemos mejorar para que este sea un lugar más confortable.
¿Cuáles son los principales errores que la mayoría cometemos? Y lo más importante… ¿cómo podemos evitarlos?
1. Que reine el desorden.
A veces no tenemos tiempo. A veces los peques juegan y lo dejan todo por en medio. A veces, también, buscamos algunas excusas para frenar el remordimiento de conciencia por tener la casa desordenada. Quizá lo que necesitamos es buscar los muebles o recursos de organización apropiados (cestas, cajas, estanterías, cajoneras…), definir cuál es el lugar para cada cosa y asegurarnos de que todos en casa lo conocen y se comprometen a guardarlo todo en su lugar cuando ya no lo utilizan. O, en versión realista: ¡al menos sabremos dónde guardar cada cosa al acabar el día!
2. No potenciar a la luz natural.
Es clave maximizar las ventajas que ofrece, tanto por el ahorro económico como porque llenará de frescura y energía tu hogar. Los colores neutros en grandes superficies y los espejos son grandes aliados para lograrlo.
3. No prestar atención a la luz artificial.
Es tan importante como la luz natural, y es que al atardecer (o durante todo el día si tu casa no es muy luminosa), necesitarás que esta cubra todas tus necesidades. La recomendación general es contar con tres tipos de luz: la general (techo o paredes) y la de ambiente (lamparillas de pie, de sobremesa o mesita), que deben ser de tipo cálido o luz amarilla para crear ambientes relajados, y las de trabajo (lámparas de escritorio, sobre todo), que deben ser de luz blanca o fría.
4. Dar rienda suelta a tus impulsos.
Si te gusta y encaja en tu decoración y en tu espacio, será genial disfrutar de esa nueva adquisición que te encanta. Sin embargo, comprar ese mueble porque te gusta sin tener en cuenta si cumple con tus necesidades, llevarte a casa ese cojín estampado que luego no sabrás cómo combinar o comprar unas sábanas de oferta que ya no te cabrán en el armario puede acabar siendo un error.
5. Sobrecargar los espacios.
Además de crear ambientes recargados y algo agobiantes, poco propensos a la relajación, un exceso de elementos de mobiliario o decorativos probablemente hará que las estancias se vean más pequeñas y desordenadas. ¿Tienes mucha decoración y no sabes qué hacer con ella? Te proponemos dos alternativas:
1) Divide todos los elementos de la estancia en 2 o 3 grupos distintos según las combinaciones que más te gusten. Elige una de ellas para los próximos meses y guarda el resto para el futuro (puedes decorar según lo que más pegue en esa estación del año).
2) Despréndete de algunas de ellas. Puedes ofrecérselas a algún amig@ o conocid@ para que pueda aprovecharlas.