El estilo nórdico es un estilo decorativo que se ha ganado la admiración de millones de personas. Es relativamente moderno si lo comparamos con otros estilos como el rústico o el clásico, que llevan siglos entre nosotros y todavía resisten pese al cambio de tendencias.

En este artículo vamos a hablar bastante bien del estilo nórdico, también conocido como scandi. Más que nada porque mencionaremos algunas de las ventajas que nos ofrece a la hora de decorar nuestro hogar. ¿Te apetece conocerlas?

Limpio y ordenado

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Es un buen punto de partida. Este estilo de decoración nos permite mantener el orden y la limpieza con más facilidad que en otros estilos, ya que lo simple es lo que predomina, y eso hace que las estancias se vean despejadas. No es tan sencillo como el minimalismo, pero podríamos decir que comparten ciertas características que hacen que sea un estilo que no solo es agradable para la vista, sino que también se ha ganado la etiqueta de práctico.

Ideal para agrandar espacios

Todo interiorista que tiene como objetivo agrandar un espacio visualmente lo tiene claro. El estilo nórdico es uno de los grandes aliados de quienes tienen la difícil misión de aprovechar al máximo los metros cuadrados disponibles. Muebles con líneas suaves, el blanco como color protagonista, espacios diáfanos… Son particularidades que permiten sacar mucho partido a pisos pequeños.

Fácil de combinar

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Cuando te decantas por un estilo decorativo en concreto, sabes que estás decidiendo algo más que el tipo de mobiliario que comprarás. También estás definiendo en cierto modo los colores que vas a emplear, y en ese sentido el estilo nórdico es todo un alivio porque todo parte desde una base de tonalidades neutras que nos permiten jugar con pinceladas de color sin perder la cabeza. La combinación estrella, todo hay que decirlo, es la que mezcla el blanco y el madera, que a nosotros personalmente nos vuelve loc@s.

Es fácil de combinar en cuanto a colores, pero también en cuanto a estilos decorativos se refiere, ya que es bastante tolerante a la hora de abrazar otros looks como el industrial o el étnico, algo que no sucede con otros estilos que son más cerrados.

Sencillez, sí, pero también calidez

Es cierto que el minimalismo puede llegar a ser demasiado frío. Sin embargo, el estilo nórdico no es tan radical en ese sentido y tiene la suerte de contar con un material que es el más cálido de todos: la madera. La vemos en los muebles, en el parquet, en la vigas del techo… ¡incluso en revestimientos para las paredes! Es un material que te da muchas posibilidades y que te acerca a la naturaleza, algo que valoran especialmente quienes viven en la gran ciudad.

Una opción económica

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Puestos a hablar de ventajas, consideramos que también hay que hacer referencia a uno de los temas que también valoramos a la hora de decantarnos por un estilo decorativo u otro. El que quiere todo en dorado y se decanta por una decoración muy recargada debe saber que tendrá que invertir bastante dinero para completar todas las estancias. Todo lo contrario ocurre en el estilo nórdico, ya que el “menos es más” evita que tengas que comprar más de la cuenta. Además, no hay que olvidar que es un estilo tan extendido que hay muchas tiendas que venden productos que encajan a la perfección, lo que implica que los precios han bajado considerablemente en los últimos años. Podemos dar fe de ello en Daui Home y te animamos a que lo compruebes tú mism@. 🙂

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