La decoración de estilo nórdico sigue siendo una de las más demandadas en los hogares de medio mundo. Llegó procedente de los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia) a principios del siglo XX y desde entonces su popularidad no ha hecho otra cosa que crecer. ¿Por qué? Pues porque aúna todos los ingredientes necesarios para crear una combinación perfecta de calidez y naturalidad, la misma con la que es capaz de transmitir esa sensación de calma que equivale a lo que concebimos como «hogar».

Además de conocer las claves del estilo nórdico al dedillo, te recomendamos tener en cuenta una serie de trucos con los que lograrás que en todas y cada una de las estancias de tu casa fluya la decoración scandi. ¿Te apetece conocerlos? ¡Entonces no te pierdas nada de lo que viene a continuación! 🙂

Con el blanco y la madera hasta el fin del mundo

Si hay un color que lleva la voz cantante, ese es sin lugar a dudas el blanco. Eso es una gran noticia porque se trata de un color capaz de aportar luminosidad, amplitud y buenas vibraciones, además de ser uno de los más versátiles que existen en el mundo de la decoración.

Si a ello le sumamos la calidez y el toque natural que aporta la madera, el resultado no puede ser más afín a lo que entendemos por estilo nórdico. Además, no solo debes contemplar esta combinación pensando en las paredes y en los muebles, sino que también te la puedes llevar a pequeños rincones de tu casa para exhibirla en pinceladas que marcan la diferencia.

Naturaleza viva

Si se trata de encontrar trucos para acercarnos al máximo al estilo scandi, lo que es evidente es que podemos recurrir a las plantas para llenar de vida cualquier estancia. Éstas pueden ser naturales o artificiales, así que no debes preocuparte por el mantenimiento que requieren las plantas que necesitan «beber» y valerse de los rayos del sol para sobrevivir. Las artificiales han evolucionado mucho en los últimos años y son extremadamente realistas. Además, se pueden adquirir por muy poco dinero.

Motivos geométricos

Otro truco que ayuda a transformar espacios es el que tiene que ver con la elección de motivos geométricos para decorar las distintas habitaciones de casa. Suelen manifestarse en blanco y en negro, que es una combinación bastante popular dentro del estilo nórdico, pero también podemos decantarnos por otros colores. Lo importante es saber utilizarlos de forma lógica, ya sea en la ropa de cama, en complementos como alfombras y cojines o en piezas decorativas como cuadros.

Sencillez a todos los niveles

Tal vez sea uno de los motivos por los que el estilo nórdico ha tenido tanto éxito. Las tendencias decorativas nos llevan a vivir en las antípodas de la decoración recargada que triunfaba cuando lo clásico estaba en la cresta de la ola. Ahora queremos todo lo contrario, pero tampoco estamos dispuestos a dejarnos arrastrar por el minimalismo más frío y sobrio. El estilo nórdico aporta un plus de alegría, y eso es algo que se manifiesta en los colores y en los materiales que se aceptan, ya que hay menos restricciones que en el manual del buen decorador minimalista. Eso sí, hay que recurrir a formas sencillas para los muebles y pensar en el famoso «menos es más» cuando se trata de recopilar complementos, lo que inevitablemente nos exige elegir piezas protagonistas como un bonito jarrón, un taburete decorativo y funcional o un gran cuadro presidiendo el salón.

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