Colocar una estantería en el salón o en el despacho es una decisión de la que difícilmente te arrepentirás, y es que este mueble es un excelente recurso práctico y decorativo para tu hogar.

¿Y eso por qué? Pues porque además de ofrecerte un valiosísimo espacio de almacenamiento, te permitirá dar personalidad a tu hogar colocando algunas de las piezas decorativas que más te gustan y que mejor representan tu estilo.

Pero cuidado, porque colocar demasiadas cosas sin ton ni son puede producir un efecto completamente opuesto al esperado. Si quieres decorar una estantería y lograr un resultado visualmente armónico y atractivo, quédate con nosotros unos minutos y te contamos algunas de las claves más importantes.

Busca la armonía

Puedes conseguirlo gracias a la elección de una gama cromática de 3-5 tonos, que combine colores neutros con otros colores más intensos que le den personalidad.

Composiciones exitosas

La clave de una buena composición es encontrar el equilibrio entre los diferentes elementos, distribuyéndolos de modo que el “peso visual” quede repartido. Podrás lograrlo de la siguiente manera:

– Agrupa elementos decorativos de diferentes alturas, preferiblemente en composiciones impares (de 3 en 3, de 5 en 5, etc.).

– No coloques demasiado juntas varias piezas con características muy similares, especialmente en cuanto a la altura pero también en cuanto a color y forma, entre otros.

– Combina composiciones verticales con composiciones horizontales para dar más dinamismo al conjunto. En las composiciones horizontales con libros, una buena idea es colocar encima alguna pieza decorativa bonita como una figura, un botecito o una vela, como si de un pisapapeles se tratase.

Juega con la profundidad colocando algunas piezas por delante de otras, pero sin ocultarlas. Por supuesto, es preferible que las piezas más grandes queden por detrás para que las pequeñas no queden sepultadas al fondo de la estantería.

Piezas de decoración para una estantería

– Un jarrón o macetero con flores y/o plantas.

– Una o varias figuras bonitas, a poder ser de diferentes alturas.

– Las velas son un clásico que nunca falla, ¡siempre encajan bien en cualquier rincón!

– Un portafotos con alguna foto que te traiga buenos recuerdos.

Libros, pero no en “modo librería” sino colocados estratégicamente en pequeños grupos (si puede ser por estilo y color de las cubiertas, mejor que mejor).

¡Y aún queda hueco para la funcionalidad!

Casi olvidamos que la razón de ser de las estanterías es ofrecer espacio de almacenaje… Además de ser útil para organizar tus libros, también puedes colocar algunas cestas o cajas para guardar elementos que no utilizas habitualmente o que sencillamente no quieres que queden a la vista como mandos, cargadores, hilos de tejer y hasta juguetes.