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Si estás pensando en renovar uno de tus muebles, o si directamente vas a amueblar toda la casa, te recomiendo que prestes atención a todo lo que te contamos en este artículo, puesto que compartimos una serie de errores que podemos llegar a cometer a la hora de comprar muebles. Como verás, algunos son bastante obvios, pero hay otros en los que solo caemos cuando el mueble ya está en casa.
No tomar medidas
Parece que algo así no te pueda pasar nunca, pero es bueno recordarlo porque sigue pasando y seguirá pasando eso de que cuando llegas a casa te das cuenta de que el mueble es demasiado grande para ese espacio en el que ibas a colocarlo. Para que eso no suceda, coge un metro y toma todas las medidas necesarias: longitud, profundidad y altura.
No pensar en el estilo decorativo
Te puedes enamorar de un mueble en concreto, pero eso no significa que sea una pieza de mobiliario apropiada para tu hogar. ¿Por qué? Pues porque por muy bonito que sea su diseño, si no combina con el resto de la decoración de la estancia donde lo colocarás no tiene sentido comprarlo.
No fijar un presupuesto
Esto es algo especialmente importante cuando se trata de comprar más de un mueble. Fijando un presupuesto sabrás lo que te puedes gastar en cada mueble, y de esta forma no tendrás problemas a la hora de elegirlos, ya que de lo contrario puede que haya mucha diferencia de calidad entre los primeros y los últimos que compres, algo que pasa porque te ves obligad@ a comprar barato y de baja calidad porque ves que te has gastado más de lo que podías.
No tener en cuenta las puertas y las ventanas
Muy en la línea del primer punto, que es el que tiene que ver con las medidas, hay que pensar que las ventanas y las puertas también tienen mucho que decir. Hay que fijarse en si la apertura es hacia la izquierda o hacia la derecha, y por supuesto también es importante garantizar que se van a poder abrir sin problemas.
No hacerse una imagen mental de la distribución
Imagen mental o un croquis mal hecho. Da igual. Lo importante es que sepas dónde va a ir cada mueble antes de comprarlos, ya que de lo contrario tendrás problemas a la hora de ir colocándolos.
No valorar la parte práctica
Estamos de acuerdo en lo de que un mueble debe ser ante todo bonito. Las cosas nos entran por los ojos y en nuestro hogar queremos rodearnos de diseños agradables para la vista. Sin embargo, también debemos valorar el aspecto práctico, las funciones que es capaz de desempeñar el mueble en cuestión. En ese sentido, conviene analizar todo aquello que solemos hacer en el día a día para tener más claro qué necesidades básicas son las que debemos cubrir.
No darle importancia a la calidad
Como se suele decir, lo barato sale caro. A veces comprar lo que está al precio más bajo no es lo más recomendable. Hay que buscar la mejor relación calidad-precio, ya que aunque unos muebles hoy en día no se compran pensando que durarán toda la vida, se agradece que sean resistentes y que luzcan como el primer día durante muchos años.