Hoy hemos transformado un famoso refrán para dejar bien claro que nuestra personalidad tiene mucho que ver con nuestra forma de decorar. En función de ella, sin darnos cuenta, tomamos una serie de decisiones que pueden no agradar a todo el mundo, pero que a nosotr@s nos hacen sentir muy cómod@as, que es de lo que se trata. Presta atención y a ver si te sientes identificad@ con alguno de los perfiles de persona que mencionamos a continuación.

Las más románticas

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Las personas románticas, las que creen en el amor por encima de todas las cosas, tienden a decorar con colores pastel. Son los que más dulzura transmiten, así que a nadie debería sorprenderles su elección. Por otra parte, prefieren las formas redondas antes que las cuadradas, mientras que la madera es uno de los materiales estrella. Eso sí, debe ser madera de un tono claro. ¿Más particularidades? El querer decorar con flores y el aferrarse a motivos tan tiernos como los corazones.

Las más respetuosas con el medio ambiente

Uno de los temas que más nos preocupa, o que más debería preocuparnos, es el que tiene que ver con la salud de nuestro planeta. El cambio climático y otras cuestiones del día a día hacen que nos replanteemos nuestro estilo de vida. Quienes creen fervientemente en ello prefieren decorar sus casas con productos fabricados de forma responsable, que normalmente son los que se han elaborado a partir de materiales reciclados y son biodegradables. Les gusta el color verde, les chiflan las fibras naturales, se interesan por los DIY y nunca dicen «no» a una planta si van a poder cuidarla. Es más, se atreven con los jardines verticales y tienen su propio huerto urbano para autoabastecerse. Son personas amantes de la decoración eco-friendly que aportan su granito de arena tomando decisiones que benefician a tod@s.

Las más hippies

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El movimiento contracultural que nació en Estados Unidos en los años 60 sigue acaparando millones de adeptos en todo el mundo. Y claro, esas personas tienen casa y la decoran. ¿Cómo? Pues normalmente se dejan llevar por el estilo de decoración boho. Les encantan los colores vibrantes, los patrones psicodélicos y el mezclar todo tipo de objetos decorativos que despiertan nuestra atención. El salón de un hogar hippie puede ser un salón que abraza diferentes culturas.

Las más ordenadas

En este grupo es donde incluimos a los más responsables, a los que no soportan ver una habitación desordenada. Es por ello que tratan de rodearse de soluciones de almacenamiento con las que tener cada cosa en su sitio. Cestas, cajoneras, estanterías, pufs con espacio de almacenaje interno… Consideran que lo práctico está por encima de lo estético, y es por ello que muchas veces se decantan por el estilo de decoración minimalista, que es el que evita que un piso se desordene a los dos días.

Las más pacíficas

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Los hippies son pacíficos, sí, pero en este caso no hay que hablar de colores vibrantes, sino de todo lo contrario. Hay personas que necesitan vivir en un estado de relajación constante, y para ello lo que hacen es rodearse de ambientes en los que se sienten bien. El movimiento slow deco ha nacido a raíz de ello, y entre sus características podemos destacar el uso de colores suaves para todo; desde el techo hasta las paredes, pasando por los complementos decorativos y el mobiliario. El confort y la sencillez son fundamentales, lo que implica no abusar de la decoración.

Las más clásicas

Que el estilo nórdico esté de moda y nos encante no quiere decir que todavía no haya personas dispuestas a decorar su casa al más puro estilo clásico. Suelen ser personas metódicas que no dejan ningún detalle al azar. Por ello pocas veces se equivocan, aunque también es verdad que el que no arriesga no gana. En decoración también pasa y eso puede llegar a ser un problema, más que nada porque con el paso del tiempo puedes aburrirte. Normalmente se decantan por muebles de madera y son bastante partidarios de decorar con piezas vintage.

Las más modernas y urbanitas

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En las antípodas de lo clásico está lo moderno, y es ahí donde nos podemos topar con personas que deciden aproximarse a uno de los estilos decorativos que están en la cresta de la ola: el industrial. ¿El problema? Que no siempre podemos ceñirnos a sus características, ya que no es tan fácil tener grandes ventanales, vigas y pilares al descubierto o espacios tan diáfanos como los de un loft. Lo que sí podemos hacer con relativa facilidad es inclinarnos por materiales como el cemento, el ladrillo o el acero.

Las amantes del mar

Tal vez sea lo más apropiado para una segunda residencia, pero es que hay quien tiene su casa a escasos metros del mar. Por eso no es de extrañar que tengan la tentación de morder el anzuelo de la decoración navy, que es famosa por la frescura que puede aportar a cualquier espacio. ¿Sus secretos? Los estampados en blanco y azul, el uso de madera y la aparición de motivos temáticos como un barco, un pez, un timón, un flotador o una estrella de mar. En definitiva, una decoración con sabor mediterráneo.

Y tú, ¿de quién eres? 🙂