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Si has llegado a este artículo es porque probablemente tienes que hacer fotografías de tu casa. ¿El motivo? Porque la vas a alquilar o vender, porque quieres compartir con otras personas los rincones más bonitos de tu hogar, porque quieres ver el antes y el después de una reforma… Sea por una cosa u otra, te interesa tomar nota de los consejos que mencionamos en este artículo, ya que gracias a ellos podrás obtener buenas fotografías sin importar el modelo de cámara que utilices.
1- Utiliza un trípode
Cuando uno necesita exposiciones más largas porque la luz escasea, disparar sosteniendo la cámara con las manos es mala idea. A menos que seas un fotógrafo profesional y tengas un pulso increíble, lo más probable es que la foto salga movida. Con el trípode se elimina la vibración y eso nos permite obtener un resultado muy definido.
2- Activa el modo Live View («vista en vivo»)
No todas las cámaras lo incluyen, pero si la tuya lo incluye no dudes en utilizarlo. ¿Por qué? Pues porque verás cómo va a quedar la foto antes de disparar. Eso te servirá para conseguir el mejor encuadre posible, algo especialmente importante cuando se trata de hacer fotos desde lejos de un salón o un comedor. ¿El único inconveniente? Que este modo consume mucha energía y la batería se descarga antes.
3- Dispara desde varias perspectivas
Por muy claro que tengas que la foto debe hacerse desde el ángulo que tenías en mente, te recomendamos que pruebes más de una perspectiva para no quedarte con la duda de si habrías acertado disparando desde otro lugar. Esto es algo que deberías comprobar antes de dar por finiquitada la sesión de fotos, sobre todo si has tenido que invertir tiempo en un montaje.
4- Coloca la cámara a una buena altura
Otra de las cuestiones que hay que considerar antes de fotografiar interiores tiene que ver con la altura a la que colocamos la cámara. En este caso no es recomendable que esté a la altura de nuestros ojos, ya que las mejores fotos de decoración son las que se hacen partiendo desde una altura ligeramente superior a la mitad de lo que mide la habitación de alto. Hacerlo te ayudará a que las paredes y otros elementos se mantengan verticales, sin la típica inclinación que tanto afea cualquier foto.
5- Un nivel nunca viene mal
De la misma forma que utilizamos un nivel para asegurarnos de que un cuadro va a quedar recto, también deberíamos valernos de él a la hora de fotografiar productos de decoración. Eso sí, en este caso, o va incluido en la cámara (en forma de nivel electrónico) o lo encontramos en el trípode. Tratar de lograr unas fotos con las paredes y los productos perfectamente alineados es muy complicado si tenemos que buscar la posición exacta a ojo.