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Muy a menudo relacionamos la calidez del hogar con los meses más fríos del año, con esa estampa del sofá, la mantita y el chocolate o café en domingo por la tarde… sin embargo, la realidad es que nuestro hogar puede (y debe) ser cálido y acogedor los 365 días del año.
Solo tenemos que modificar algunos elementos de la decoración para darle un poco de frescura al ambiente sin restar “calor de hogar”.
Textiles ligeros
Aunque nos encantan los cojines de tejidos suaves y gruesos del otoño-invierno (terciopelo, pelo sintético, etc.), en los meses más calurosos del año no queremos verlos ni en pintura. El lino, el hilo o el algodón, incluso combinados con fibras naturales como el yute (tranquil@, este yute está súper tratado para que sea muy agradable al tacto en los cojines), son perfectos para esta época.
Los plaids son uno de los elementos clave de cualquier decoración ‘cozy’ que se precie y no hay que renunciar a ellos ni siquiera en verano, cuando nos decantaremos por tejidos muy finos y fresquitos como el lino o el algodón. Un plaid puede ser tu salvación cuando refresca al anochecer, así como también servir como elemento decorativo y práctico para decorar el sofá o el sillón de exterior, para estirarlo en la tumbona antes de recostarte en ella…
La misma regla se aplica a las alfombras: escoge tejidos acordes con el clima de la época y acertarás. El algodón y las fibras naturales son tendencia en este sentido.
Fibras naturales
Yute, mimbre, ratán… las fibras de origen vegetal tienen el poder de crear instantáneamente ambientes de lo más acogedores, y en la actualidad puedes encontrarlo en todo tipo de artículos para el hogar: desde las alfombras que comentábamos anteriormente hasta lámparas, figuras decorativas, cestos o pufs.
La madera es otro de los materiales clave para lograr ese “calor de hogar”, especialmente cuando los muebles o la decoración tienen ese aspecto recio y artesanal. ¡Atrévete también con ellos!
Velas e iluminación para la noche
Las noches de verano tienen algo de romántico, un aire especial capaz de llenarnos de paz y de buen rollo que nos hace querer exprimir el día al máximo y disfrutar del aire libre incluso durante la noche. Si tienes un espacio al aire libre, no dudes en aprovecharlo con este fin y por supuesto decóralo con bonitas guirnaldas de luz, faroles, velas y portavelas que añadan todavía más encanto a estos momentos.
Y por último, pero no menos importante… ¡no te olvides de las flores y plantas!