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Cada vez somos más l@s que, por trabajo o por placer, sentimos la necesidad de tener nuestro pequeño espacio de trabajo en casa. Aunque es cierto que los ordenadores portátiles facilitan que podamos adaptarnos a las necesidades de cada momento, ser un “nómada” en tu propio hogar no favorece en ningún caso la concentración y nos priva del gran placer de tener nuestro pequeño rincón.
¿Piensas que no tienes suficiente espacio? En realidad, no necesitas más de 1 metro cuadrado… ¡sigue leyendo que te contamos algunas claves para conseguirlo!
Estas son algunas de las cuestiones prácticas y decorativas que debes tener en cuenta:
Encuentra tu sitio
Lo ideal es contar con una habitación como despacho, pero es posible que no entre dentro de tus posibilidades. En tal caso, deberías plantear tu orden de prioridades en función de los lugares más tranquilos de tu casa que te permitirán concentrarte con mayor facilidad: tu dormitorio, el salón, la cocina… por supuesto, todo ello dependerá también de las horas a las que necesitarás hacer uso de él y de si tienes niños pequeños, entre otras cosas.
Busca un escritorio a tu medida
Puedes encontrar escritorios “mini” desde 75 centímetros de ancho, perfectos para poner tu portátil, tu bote de lapiceros y tu clasificador de documentos vertical. Si tienes poco espacio, otras cuestión a considerar es que la estructura del escritorio sea recta (sin tableros excesivamente largos o patas en diagonal, por ejemplo), con el fin de ocupar el mínimo espacio en la habitación.
El almacenamiento es clave
Independientemente de su tamaño, procura que la mesa tenga algún cajón bajo el tablero que te permita guardar archivos y complementos de escritorio de manera que, al acabar, puedas recogerlo todo y dejar el espacio despejado. Si puedes aprovechar espacio vertical, también será interesante colocar una o dos baldas altas teniendo en cuenta que no te resten luz.
Que no falte la luz
Cuentes o no con luz natural, una lámpara de escritorio o flexo es fundamental para trabajar sin hacer trabajar de más a nuestra vista. Evita la vista cansada o la sequedad ocular con una iluminación correcta en tu lugar de trabajo.
Escoge bien la silla
Otra cuestión importante para tu salud es garantizar tu comodidad al trabajar sentad@. Altura, respaldo y reposabrazos de la silla deben ser regulables, de manera que puedas adaptarlos a tu altura y otras características, y debe ser giratoria y flexible para adaptarse a tus movimientos sin que debas esforzarte. Y ya si es un poco mullidita… ¡mejor que mejor!
Crea un espacio que te inspire
Cuidar los detalles que te van a hacer disfrutar de este espacio es tan importante como todo lo anterior. Si tienes suficiente espacio en el escritorio puedes poner algunas fotos enmarcadas, jarrones con flores, figuras decorativas o velas, por ejemplo; si tienes poco espacio, puedes colgar en marcos, rejillas o con cinta decorativa (washi tape) tus fotografías favoritas o láminas con mensajes optimistas y motivadores.
No te olvides tampoco de las plantas, que siempre ayudan a crear un ambiente relajado.
Ahora… ¡a por ello!