¡Y se hizo la luz! Eso es lo que deberías decir cada vez que entras en casa a menos que lo hagas cuando el sol se ha ido a dormir. No hay nada como disfrutar de la luz natural para sentirse bien, ya que es una gran aliada contra la depresión que no solo aporta alegría y bienestar a nivel visual, sino que también nos permite ser más creativos. Es por ello que hoy queremos compartir una serie de consejos para que la aproveches al máximo. ¿Te apetece conocerlos? 😀

1- Despeja al máximo las ventanas

Es bastante obvio, sí, pero no siempre lo ponemos en práctica. Vamos acumulando cosas y nos olvidamos de lo importante que es tener la ventanas despejadas. Para ello no solo hay que evitar colocar objetos decorativos justo enfrente, sino que también hay que hacer todo lo posible por tener cortinas de tejidos que dejan pasar la luz. Es cierto que las más ligeras y transparentes no cuidan tanto nuestra privacidad, así que la elección no solo dependerá de la luz que deseamos, sino de lo cerca que estemos de otras personas que puedan vernos durante el día (si es que eso es algo que nos preocupa).

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2- Potencia el blanco

El blanco puede ayudarnos mucho, y eso que no emite rayos solares ni nada por el estilo. Basta con su presencia para maximizar la luminosidad por el simple hecho de ser el color que mejor refleja la luz (hasta un 80% para ser más exactos). Eso significa que es una buena elección tanto para las paredes como para los textiles. Eso sí, siempre estás a tiempo de decantarte por otros colores que también son amigos de la luz natural, como por ejemplo el beige, el crema o el amarillo.

3- ¿Qué tal si derribas algún tabique?

A todo el mundo le pasa que hay ciertos rincones y pasillos que no se iluminan con luz natural en ningún momento del día. ¿La solución? ¡Comprarse otro piso! No, es broma. Se puede solucionar con algo de obra, derribando un tabique para lograr que las zonas oscuras se beneficien de una distribución más diáfana. Además, debes pensar que lo de derribar tabiques tiene otras ventajas, como por ejemplo las facilidades que ofrece a la hora de ventilar, una mayor sensación de amplitud o una mejora de la comunicación.

4- La opción intermedia: los cerramientos de vidrio

Si eso de derribar tabiques a la ligera te da cosa y prefieres que haya una separación entre espacios, también puedes elegir la opción de los cerramientos de vidrio, que permiten que la luz campe a sus anchas siempre y cuando estemos hablando de un grosor no superior a los 5 centímetros, ya que a partir de esa medida la luminosidad mengua.

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5- Acabados que brillan con luz propia

Hay que hablar de colores, pero también hay que hablar de acabados a la hora de ganar luz natural en casa. En ese sentido, los que son brillantes nos ayudan a potenciarla, así que no está de más elegir pintura con un acabado brillante. Eso sí, debes saber que la pintura más popular es la mate por el hecho de suavizar las superficies y repartir la luz por las estancias en vez de reflejarla, así que en tus manos está utilizar o no esta baza para ganar luminosidad en tu hogar.