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¿Lo tienes todo listo para la Navidad? ¿Has decorado tu hogar pensando en estas fechas tan especiales? Si quieres sentirte a gusto en casa y sorprender a tus invitados, te recomiendo que no te pierdas nada de lo que te vamos a contar en este artículo, ya que compartimos una serie de errores que se producen con más frecuencia de lo que podríamos creer. La decoración navideña nos brinda muchas oportunidades, pero hay que pensar en la estética sin olvidar la funcionalidad.
1- Espacios sobrecargados
Da la sensación de que en Navidad nada sobra, de que vale eso de decorar hasta el último centímetro cuadrado para que se note que eramos en unos días mágicos. Sin embargo, lo del «menos es más» también deberíamos aplicarlo en Navidad. Demasiados puntos de distracción pueden hacer que la decoración navideña sea todo lo contrario de lo que entendemos por atractiva.
2- Colores demasiado intensos
En Navidad hay colores intensos que por fin tienen su oportunidad. Durante el año no nos planteamos utilizarlos, pero por estas fechas no nos importa decorar con tonos como el rojo por intenso que sea. Puede que en tu casa sea todo un acierto, pero eso no siempre es así. Dependiendo de cómo sea tu hogar, es probable que tanto rojo no le siente nada bien.
3- Iluminación tipo Tokio
Las luces de Navidad son indispensables y no vamos a deciros que hay que prescindir de ellas. Sin embargo, no hay que abusar de las guirnaldas o velas que solemos distribuir por toda la casa. Si añadimos luces en su justa medida, no perderemos esa dosis de elegancia que también va ligada a la Navidad.
4- Árboles que no parecen árboles
No, no vamos a analizar la calidad del árbol, ni si es natural o artificial. Lo que queremos decir es que hay árboles que no parecen árboles por culpa de la saturación de adornos. Si cada año compras adornos nuevos y no retiras ninguno de los que ya tenías, lo más normal es que tu árbol acabe con todas las ramas ocupadas, algo que a nivel estético no queda nada bien.
5- El «brilli brilli»
Hay fans del «brilli brilli» en todo el mundo. El color dorado y el plateado son capaces de aportar glamour y sofisticación. Sin embargo, no hay que pasarse porque el resultado puede ser espantoso. Para no dañar la vista, hay que introducirlos en su justa medida, y evitar combinaciones de colores que no casan. Por ejemplo, el dorado y el plateado pueden llevarse muy bien con el blanco y algún color más como el verde, pero empezar a mezclar más colores normalmente es contraproducente.
6- Decoraciones que conviven
Otro error que solemos cometer en la decoración de Navidad tiene que ver con el hecho de no retirar la decoración del día a día, la que tenemos durante el resto del año. Hay que retirar todos los complementos decorativos y guardarlos hasta el 7 de enero para no restar ni un ápice de protagonismo a los elementos navideños.
7- Ambientes que no transmiten nada
Uno de los objetivos de la decoración navideña debería ser el de transmitir la ilusión y la emoción que vivimos desde que arranca en Nochebuena. Si no introducimos elementos capaces de generar una atmósfera especial, no lograremos convertir nuestro hogar en un lugar acogedor.
8- Espacios sin decorar
Otro error común en la decoración de Navidad es el que tiene que ver con una decoración incompleta. ¿Por qué llenar el salón de elementos navideños y dejar la cocina tal y como estaba? Hay que pensar en todos y cada uno de los rincones para que el espíritu navideño fluya desde el recibidor hasta la última habitación.
9- Adornos cansinos
¿A qué nos referimos con lo de adornos cansinos? A los que tienen la virtud (o mejor dicho, el defecto) de emitir sonidos que se repiten hasta la saciedad. A los niños les gustan mucho y es por ello que deberíamos tenerlos siempre en mente, pero tener a un Papá Noel cantarín puede ser una tortura. Antes de comprar deberías asegurarte de que existe la posibilidad de silenciar la música.
10- Adiós a la funcionalidad
Puede pasar que cuando llega la Navidad se disparan nuestras ganas de decorar. No habíamos comprado ni una pieza decorativa en todo el año y nos volvemos loc@s de repente. ¿Qué riesgo corremos? El riesgo de decorar sin pensar en la funcionalidad. Puede pasar que haya ventanas que ni siquiera vamos a poder abrir, que haya zonas de paso por las que a duras penas nos podemos mover, etc. Antes de decorar hay que pensar en el día a día.